Diferencias fundamentales entre el seguro de vida y el seguro de accidentes

Ambos seguros son herramientas de protección personal y familiar, pero a en muchas ocasiones se confunden debido a que ambos proporcionan indemnizaciones en situaciones de fallecimiento o incapacidad. Sin embargo, los objetivos, las coberturas y las condiciones varían de manera significativa. Entender estas diferencias es primordial para poder elegir el producto más apropiado según tu perfil de asegurado y tus necesidades.

¿En qué consiste el seguro de vida?

Es un producto eminentemente financiero que va creciendo en popularidad y que garantiza una compensación económica a los beneficiarios designados en él, si el asegurado, esperemos que no, fallece. En muchas ocasiones, también incluye la invalidez permanente total.

¿Cuáles son las coberturas fundamentales?

• Fallecimiento independientemente de la causa.
• Invalidez permanente y absoluta.
• Adelanto de parte del capital si se sufre una enfermedad grave (esta cláusula es habitualmente opcional).
• Asistencia del tipo psicológica, orientación jurídica o incluso testamento online (dependiendo de la compañía).

El seguro puede ser temporal o vitalicio. Es habitual entre personas con hipotecas, familias con hijos o como parte de la planificación patrimonial a largo plazo.

¿En qué consiste el seguro de accidentes?

Cubre situaciones derivadas en exclusiva de un accidente, del tipo laboral, doméstico o de tráfico. No cubre ni enfermedades ni fallecimientos derivados de causas naturales.

¿Cuáles son las coberturas fundamentales?

• Fallecimiento por accidente.
• Invalidez permanente derivada de un accidente.
• Fundamentalmente, los gastos médicos, de hospitalización o incluso rehabilitación derivados de un accidente.
• Indemnizaciones por incapacidad temporal (en algunas pólizas ampliadas).

Este tipo de seguros sueles tener primas, es decir, precios más económicos que el seguro de vida, ya que el riesgo asegurado está más limitado, es menor.

¿Cuál te conviene contratar?

• Seguro de vida: recomendable si tiene una hipoteca (en muchos casos es obligatorio) hijos, personas dependientes económicamente o se desea proteger el patrimonio familiar ante cualquier eventualidad para que tu familia quede cubierta en el peor de los casos.
• Seguro de accidentes: útil para aquellas personas que realizan actividades de riesgo o quieren una cobertura económica asequible para situaciones imprevisibles concretas.

Es posible contratar ambas pólizas de forma complementaria para ofrecer una protección más completa.