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TurboSeguros » BLOG » Información sobre Seguros de Vida » ¿Cómo funcionan los Seguros de Enfermedades Graves?
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Hay enfermedades graves que pueden trastocar seriamente la vida de una persona. No sólo a su salud, sino también a otros aspectos importantes del día a día, como su trabajo, su rutina o, incluso, su independencia personal. Para cubrir esta circunstancia, existen los Seguros de Enfermedades Graves, un producto asegurador que puede paliar las consecuencias de verse afectado por alguna de las patologías que incluye.
Este tipo de coberturas podemos encontrarlas en diversas ofertas de Seguros de Vida, como una garantía complementaria más. También podemos contratarla como un Seguro vinculado a nuestra póliza de Salud. En cualquier caso, el Seguro de Enfermedad tiene características que lo diferencian de otras garantías y que hoy vamos a conocer.
La póliza que nos cubre ante la posibilidad de sufrir una enfermedad grave, es la solución que ofrece la aseguradora para aquellas personas que se ven impedidas para desarrollar su actividad normal tras caer gravemente enfermas.
Las consecuencias de la enfermedad grave también pueden obligarle a dejar su trabajo para realizar un tratamiento o ser hospitalizado. Sin embargo, lo que distingue a las enfermedades que están cubiertas por esta póliza es que, dada su gravedad, existe un riesgo cierto de que el paciente no las supere y que el proceso desemboque en su fallecimiento. Por eso se asocia esta cobertura a los Seguros de Vida.
Ya sea como garantía complementaria de Seguros o como póliza específica, la solución que proponen las aseguradoras en la mayoría de ocasiones es una indemnización que ayude a costear los cuidados y tratamientos que sean necesarios, y mitigar el impacto económico que pueda tener la convalecencia en el hogar del enfermo.
En los Seguros de Vida, por ejemplo, es normal que esta cobertura permita adelantar parte del capital, o su totalidad, en el caso de que le sea diagnosticado al asegurado una de las enfermedades o dolencias graves incluidas en la póliza.
Y cuando se contrata como un Seguro vinculado a la oferta del Seguro Médico, se establece una cantidad indemnizable que cubre la pérdida de ingresos como consecuencia del deterioro de la salud.
Es interesante destacar que dinero no solo sirve para cubrir los gastos que puede suponer el tratamiento de la enfermedad, sino que también compensa la ausencia de ingresos del asegurado durante el periodo que dura su convalecencia. Esta es la razón por la que es una cobertura que contratan muchos trabajadores autónomos y profesionales, que son los más perjudicados en caso de tener que cesar su actividad para centrarse en la curación.
Si una persona que esté asegurada es diagnosticada con una enfermedad grave, es importante comunicarlo inmediatamente a la compañía de seguros, que comprobará que la dolencia se ajusta a las situaciones contempladas en las condiciones del contrato para abonar la indemnización.
Es entonces cuando la aseguradora pagará la cantidad acordada para cubrir la enfermedad y pondrá en marcha aquellas coberturas y servicios que se han contratado.
En los Seguros de Vida, también se abonará el capital asegurado que corresponda, sin que sea necesario que se produzca el fallecimiento. Sin embargo, esta cobertura tiene la particularidad de que, una vez que se hace efectiva la indemnización, la póliza de seguros queda anulada y la aseguradora puede pedirnos un replanteamiento de las condiciones del Seguro de Vida que teníamos contratado.
Las enfermedades graves para las que se contratan estos Seguros son las que se reflejan en las condiciones de la póliza. Es importante tener en cuenta que no todas las dolencias que pueden desembocar en el fallecimiento de una persona tienen la consideración de enfermedad grave indemnizable para nuestro Seguro.
Normalmente, se consideran enfermedades graves algunos tipos de cáncer, además de enfermedades o lesiones en el miocardio, el accidente cerebro-vascular, patologías que obliguen a realizar trasplantes de órganos y la insuficiencia renal crónica.
Otras enfermedades consideradas graves que pueden estar cubiertas por este tipo de Seguros son la esclerosis múltiple, el Parkinson, el Alzheimer, y la enfermedad pulmonar crónica. Algunas pólizas pueden dar cobertura también en caso de ceguera y las quemaduras graves.
Pero es importante confirmar qué enfermedades son realmente las que están cubiertas en el contrato que firmamos. Hay pólizas que permiten contratar la cobertura solo para un tipo o tipos de enfermedad concreto, como puede ser un tipo de cáncer específico. En este caso particular, si la persona sufre otro tipo de cáncer diferente, aunque fuera tan grave o más que el que figura en su contrato, no estaría cubierto.
En definitiva, la cobertura de enfermedades graves no es genérica, sino que hay que concretar los tipos de enfermedades cubiertos por el Seguro y en qué condiciones se puede hacer efectiva la garantía.
En las pólizas de Enfermedades Graves, el riesgo asegurado es la posibilidad de que una de las afecciones que figuran en la póliza afecte al cliente, poniendo en riesgo su vida. Cuando esto sucede, se indemniza con una cantidad de dinero al asegurado, para paliar las consecuencias derivadas del empeoramiento de su estado de salud.
Muchas veces, en los Seguros de Enfermedades Graves se contrata un capital asegurado que cubre este tipo de siniestros, aunque no existe una relación directa con el coste real que suponen los gastos del tratamiento de la dolencia y las consecuencias que puede tener en otros ámbitos de la vida del enfermo.
También hay Seguros de Enfermedad en los que la garantía se basa en compensar la pérdida de ingresos que genera la convalecencia con una indemnización diaria por cada día de incapacidad temporal, hasta el límite establecido en las condiciones de la póliza.
No obstante, en los Seguros de Enfermedad es muy amplio el abanico de coberturas y son diversas las situaciones indemnizables que ofrecen las aseguradoras. Por eso es tan importante conocer las condiciones del Seguro.
De esta forma, podemos encontrar coberturas como:
Esta cobertura se incluye en los Seguros de Enfermedad para cubrir aquellas situaciones en que, debido a la patología que sufre el asegurado, éste tiene que interrumpir temporalmente su actividad laboral. En estos casos, se contrata un capital asegurado y se establece un periodo de cobertura máximo que marcará la cuantía de la indemnización.
Esta garantía cubre los gastos derivados de la hospitalización de las personas aseguradas, como consecuencia de una enfermedad. También hay Seguros que ofrecen una indemnización en caso de sufrir una intervención quirúrgica.
Otra de las garantías que se ofrecen en los Seguros de Enfermedades es la cobertura de invalidez. En situaciones en las que la enfermedad y sus secuelas impiden al asegurado seguir realizando su actividad profesional o le incapacitan para trabajar en cualquier empleo, el Seguro ofrece una indemnización que ayuda a sobrellevar esta situación.
Como ya hemos visto, las pólizas de este tipo de Seguros suelen concretar con detalle las enfermedades y situaciones en las que se pueden activar sus garantías. Hay muchas enfermedades graves, pero la cobertura de cada póliza sólo cubre las que están incluidas en el contrato.
Además, es importante tener en cuenta la carencia del seguro. Esto es, un plazo desde la contratación del Seguro en el que no está cubierto el riesgo.
Por eso, hay que considerar que tienen que pasar unos meses (según lo que establezca el Seguro) desde que un cliente decide contratar un Seguro de Enfermedades Graves hasta que tiene derecho a recibir una indemnización en caso de que se le diagnostique la enfermedad cubierta. Si ese diagnóstico se produce antes, el Seguro no lo cubrirá.
La edad es una de las principales limitaciones de las coberturas para enfermedades graves. Normalmente, en estas pólizas se establece una edad límite para poder contratar esta cobertura inferior a la de otros Seguros relacionados, como los Seguros de Vida o los de Salud.
En el caso de los Seguros de Enfermedades Graves, es habitual que las aseguradoras limiten hasta los 60 años la edad máxima para poder contratar la cobertura. No obstante, esta edad puede variar en función de la oferta de cada aseguradora.
Otro de los límites que se aplican a estos Seguros afecta a la indemnización y servicios que se prestan. En el Seguro de Enfermedades Graves no se cubren todos y cada uno de los gastos generados por una enfermedad, sino que se acuerda una indemnización que ayuda a sufragarlos.
Los servicios que se prestan con estas pólizas también están limitados en su cuantía y en el tiempo que se cubre, por ejemplo, un periodo de hospitalización.
En el caso de las indemnizaciones por enfermedad grave, el límite vendrá determinado por el capital contratado en el Seguro. Y si se trata de una cobertura del Seguro de Vida, en el contrato se estipula un adelanto del capital asegurado en la póliza o del porcentaje estipulado respecto al capital contratado.
A pesar de las limitaciones, cada vez más gente decide contratar un Seguro de Vida y cubrirse ante la posibilidad de que la enfermedad trastoque su vida. En esos casos, podemos ayudarte desde nuestro comparador de Seguros online, consiguiendo una póliza a la medida de lo que necesitas y ofreciéndote el asesoramiento en Seguros adecuado, para que no tengas dudas sobre las coberturas e indemnizaciones a las que tendrás derecho en caso de ser diagnosticado con una enfermedad grave.
Experta en seguros, licenciada en Biología y especializada en salud, vida y decesos con 20 años de experiencia.
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